Uma das coisas que eu mais gosto sobre a vida na Itália é descobrir que praticamente tudo o que a gente come por aqui, em pleno 2020, não é só qualquer coisinha que a gente fez com o que tinha na geladeira: toda receita tem um lugar de origem (quando não tem a patente estampada no pacote!) e uma longa história – ou uma boa lenda – para comprovar! Hoje vamos falar de uma das minhas descobertas mais recentes e com uma história muito interessante: o amaretto!
O amaretto é um licor muito conhecido. Como a própria etiqueta diz, é o licor italiano mais famoso no mundo todo. Quem diria ele tem mais de 500 anos? Pois tem! E tem a história também: por volta de 1460, graças a um milagre atribuído a Nossa Senhora, um Santuário começou a ser construído na cidade de Saronno, que fica aproximadamente a 28Km de Milão.
Em 1525, Bernardino Luini, um dos principais artistas lombardos da época – que, inclusive, foi aluno de Leonardo Da Vinci – foi chamado para decorar a Igreja em construção. Luini ficou hospedado em Saronno e, pelo jeito, se apaixonou pela moça que alugava o quarto pra ele, já que decidiu pintar o rosto dela para retratar Nossa Senhora nos afrescos da igreja. Bela homenagem, não?
Em agradecimento, a moça ofereceu a ele uma bebida típica da cidade, feita à base de amêndoas e açúcar queimado. Cada família, na época, tinha sua receita: a essa base de amêndoas e açúcar, se podia adicionar, por exemplo, damasco, ameixa, cereja, baunilha, enfim, frutas e especiarias que estivessem disponíveis no momento, em cada casa, já que o amaretto era feito para o consumo prório das famílias de Saronno; não se vendia!
Segundo a tradição, a família que possuía o terreno onde o santuário foi construído ficou com a receita original que Luini tomou. Como ele saiu pela Lombardia comentando sobre o tal amaretto de Saronno, a procura começou a aumentar e a família começou a produzir para vender, lá pelos idos dos anos 1600!
Depois de um super salto na história, chegamos aos anos 1960, quando a produção cinematográfica italiana estava no auge e começou a ser exportada, apresentando ao mundo esse país tão lindo e culturalmente incrível.
O Filme “La Dolce Vita” , por exemplo, foi uma grande vitrine da vida italiana para o mundo. Foi através dele, principalmente, que o amaretto se fez conhecido e terminou se consolidando como base de tantos cocktails por aí – ou para se tomar puro, mesmo! Acho uma delícia!
Estivemos em Saronno há pouco tempo. É uma cidade pequena, muito agradável. Conversando com algumas pessoas de lá, pudemos perceber o quanto se orgulham do produto que os faz conhecidos mundialmente e de toda a história da bebida que, se pararmos para pensar, praticamente se confunde com a história da cidade e com o Santuário, que é considerado patrimônio cultural europeu.
Isso, pra mim, define o que é a vida na Itália: a simbiose perfeita entre o passado e o presente; a tradição que vai se incorporando ao passar do tempo, sem se tornar jamais obsoleta. Por isso mesmo, é capaz de perdurar por mais de 500 anos. Em síntese, o amaretto é mais velho que o Brasil, enquanto nação. Surreal, heim?
Versión en Español:
Saronno, el Amaretto y la Dolce Vita
Una de las cosas que más me gusta de la vida en Italia es descubrir que prácticamente todo lo que comemos aquí, en el año 2020, no es solamente “alguito” que cocinamos con lo que teníamos en la nevera: cada receta tiene un lugar de origen (¡cuando no encuentras la patente impresa en el paquete!) y una larga historia, o una buena leyenda, ¡para garantizar! Hoy quiero contarles la historia de uno de mis más recientes descubrimientos lombardos: ¡el amaretto!
El amaretto es un licor muy conocido. Como dice la etiqueta, es el licor italiano más famoso del mundo. ¿Quién pudiera decir que tenía más de 500 años? ¡Pues sí, los tiene! Y también tiene una historia muy interesante: en los años 1460, gracias a un milagro atribuído a la Virgen María, se empezó a construir un Santuario en la ciudad de Saronno, que se encuentra aproximadamente a 28 km de Milán.
En 1525, Bernardino Luini, uno de los principales artistas lombardos de la época, alumno de Leonardo Da Vinci, fue llamado para decorar la Iglesia en construcción. Luini se quedó en Saronno mientras desarrollaba su trabajo y, al parecer, se enamoró de la señorita que le alquilaba la habitación, ya que decidió pintar su rostro para retratar a la Virgen en los frescos de la iglesia. Lindo ¿no?
En agradecimiento, la señorita le ofreció una bebida típica de la ciudad, hecha con almendras y azúcar caramelizado. Cada familia, en ese momento, tenía su receta: a esa base de almendras y azúcar, se podía agregar, por ejemplo, albaricoque, ciruela, cereza, vainilla, es decir, frutas y especias que estaban disponibles en ese momento, en cada casa, ya que el amaretto se hacía para el consumo propio de las familias de Saronno; ¡no se vendía por ningún lado!
Según la tradición, la familia propietaria del terreno donde se construyó el Santuario mantuvo la receta original que Luini tomó. Al salir por Lombardía comentando a la gente sobre el amaretto de Saronno, la curiosidad – y la búsqueda por el licor – comenzó a aumentar, lo que hizo con que la familia decidiera empezar a producirlo para vender, alrededor del siglo XVII.
Luego de un gran salto en la historia, llegamos en la década de 1960, cuando la producción cinematográfica italiana estaba en su apogeo y, debido a ello, empezó a exportarse, presentando al mundo un país tan hermoso y culturalmente increíble. La película “La Dolce Vita”, por ejemplo, fue un gran escaparate de la vida italiana para el mundo. Fue a través de ella, principalmente, que el amaretto se dio a conocer y acabó consolidándose como la base de tantos cócteles - ¡o, simplemente, para tomárselo puro! ¡Me encanta!
Estuvimos en Saronno hace poco tiempo. Es un pueblo pequeño, muy agradable. Hablando con algunas personas de allí, pudimos darnos cuenta que se enorgullecen del producto que los da a conocer mundialmente y de toda la historia de la bebida que, prácticamente, se confunde con la historia de la ciudad y del Santuario, considerado un patrimonio cultural europeo.
Esto, para mí, define lo que es la vida en Italia: la simbiosis perfecta entre pasado y presente; la tradición que se va incorporando en el tiempo, sin volverse nunca obsoleta. Por esta razón, puede durar más de 500 años. En resumen, el amaretto es más antiguo que Brasil, por ejemplo, en cuanto una nación. Increíble, ¿no?
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