Pensa aí rapidinho em uma pessoa que você gostaria muito de conhecer! Que tal um ícone na sua área de atuação profissional, tipo o Woody Allen ou a Sophia Loren, se você trabalha com cinema, o Allain Ducasse, se você curte uma gastronomia ou o Bill Gates na tecnologia da informação?
Sabem o que aconteceu comigo há uns anos? Eu já era bacharel em relações internacionais e tinha terminado de concluir minha dissertação de mestrado sobre as atividades realizadas pela ONU pela paz no mundo durante a transição do milênio quando, de repente, meu marido me convidou pra ir com ele visitar um embaixador peruano já aposentado, que era amigo do meu sogro (também embaixador aposentado).
Chegamos na casa desse senhor muito simpático e fomos carinhosamente recebidos pelo casal de anfitriões: era ninguém menos que o Embaixador Pérez de Cuéllar, ex-Secretário Geral da ONU – ou seja, o número 1 da ONU no mundo! Eu não conseguia acreditar! Pra mim, era o “Bill Gates” das relações internacionais! Tinha lido tanto sobre o admirável trabalho que ele realizou na ONU, sua contribuição para o fim da Guerra Fria (o conflito entre Estados Unidos e União Soviética que marcou o século XX) e, naquele momento, eu estava ali, conversando com ele! Uma honra!
Na semana passada, (janeiro de 2020) ele completou 100 anos! Você consegue imaginar a quantidade de informação registrada no cérebro desse ilustre senhor? Uma coisa era viver 100 anos em um povoadinho rural ou semi-rural entre 1800 e 1900: não mudava muita coisa! Outra muito diferente foi a realidade dele! Da tecnologia à moda, pensa um pouco em tudo o que ele viu se transformar!
Ele entrou para a carreira diplomática antes mesmo do início da Segunda Guerra Mundial e, segundo alguns jornais peruanos, chegou a participar das Conferências que criaram a Organização das Nações Unidas – a ONU, a partir de 1945, quando a Guerra terminou.
Ao longo de sua carreira, representou diplomaticamente o Peru na França, na Bolívia, no Brasil e na Rússia; esteve em um cargo muito importante na Chancelaria peruana, até que foi eleito Secretário-Geral da ONU em 1981, tendo sido reeleito em 1986 para um segundo mandato.
Durante a nossa conversa, o embaixador Pérez de Cuéllar contou um pouco sobre ter tido que tomar decisões sobre a Guerra das Malvinas, entre a Argentina e o Reino Unido, além daqueles “probleminhas nada básicos” no Golfo – outra guerra... resumindo: parecia um livro vivo de relações internacionais!
Foi uma época muito intensa na política mundial, de muitos conflitos geograficamente localizados e decorrentes, ma maior parte dos casos, da polarização vigente naqueles anos (capitalismo versus socialismo), mas também de uma maior consciência da importância da cooperação entre os países para evitar algo que pudesse trazer consequências mais trágicas, já que a memória da Segunda Guerra Mundial ainda estava muito presente, especialmente nos países europeus. Havia também muita esperança de um futuro mais pacífico para o milênio que começaria. Por isso mesmo, penso que tenha sido a melhor fase da ONU.
Este é meu primeiro texto de 2020! Desejar um feliz aniversário ao Embaixador Pérez de Cuéllar, expressando minha admiração pela contribuição que ele realizou por um mundo melhor me pareceu uma ótima maneira de voltar com os textos do blog. Que os bons exemplos da História sejam nossos guias e que possamos ser testemunhas, na década que começa, de um tempo de mudanças positivas para o nosso desenvolvimento pessoal e coletivo. Felizes anos 20 a todos nós!
SIGUE LA VERSIÓN EN ESPAÑOL
Una Conversación Nada Común
Piensa rapidito en una persona que te encantaría conocer: alguien que se haya destacado en la misma profesión que tú, por ejemplo: Woody Allen o Sophia Loren, si trabajas en el mundo cinematográfico, Allain Ducasse, en la gastronomía, ¿o quizás Bill Gates?
¿Sabes qué me pasó hace unos años? Yo me había graduado en relaciones internacionales y había hecho una tesis de maestría sobre las actividades de la Organización de las Naciones Unidas que contribuyeron para la búsqueda de la paz en el mundo durante la transición del milenio. Estábamos viviendo en el Perú y mi marido me invitó a acompañarlo a una visita a un embajador peruano ya jubilado, que era amigo de mi suegro (también un embajador jubilado).
Llegamos a la casa de ese señor y fuimos cordialmente recibidos por él y por su esposa (lamentablemente ella ya falleció). ¡El hecho es que se trataba del Embajador Pérez de Cuéllar! ¡Yo no podía creer! Para mí, ¡era el “Bill Gates” de las relaciones internacionales! Había leído tanto sobre él y su contribución en la política internacional - poner fin a la Guerra Fría (el conflicto entre los Estados Unidos y la Unión Soviética durante la segunda mitad del Siglo XX) fue una de ellas - y en aquel momento estaba ahí, hablando con él; un verdadero honor!
En la última semana, (enero de 2020), ¡él cumplió 100 años! ¿Puedes imaginar la cantidad de información registrada en el cerebro de esa ilustre persona? Una cosa era vivir 100 años en un pueblito rural entre los años 1800 y 1900: ¡prácticamente nada cambiaba! Otra muy distinta fue la realidad que le tocó: desde la tecnología hasta la moda, ¡piensa un poco en todos los cambios de los cuales él fue testigo!
Empezó la carrera diplomática antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial y, según la prensa peruana, llegó a participar en las Conferencias Internacionales que crearon la Organización de las Naciones Unidas a partir de 1945, cuando la Guerra terminó.
A lo largo de su carrera, representó el Perú diplomáticamente en Francia, Bolivia, Brasil y en Rusia. Fue Secretario General de la Cancillería y, en 1981, fue elegido Secretario General de las Naciones Unidas. En 1986, fue reelegido como Secretario General.
Durante nuestra conversación, nos contó un poco sobre tener que decidir sobre asuntos relacionados a la Guerra de las Malvinas (entre Argentina y Reino Unido) y al conflicto en el Golfo – es decir, otra guerra… parecía un libro vivo de relaciones internacionales.
Fue una época muy intensa en la política mundial, de muchos conflictos localizados geográficamente y que fueron consecuencia, en la mayor parte de los casos, de la fuerte polarización que existía en aquellos años (capitalismo vs. socialismo). Sin embargo, había también una mayor voluntad de cooperación entre los países y la consciencia de la importancia de una solución diplomática para los conflictos, de modo a evitar tragedias, ya que la memoria de la Segunda Guerra Mundial aún estaba muy viva entre la gente, de manera especial en los países involucrados.
Había, asimismo, mucha ilusión de un futuro más pacífico con la llegada del nuevo milenio. Por ello, pienso que haya sido la mejor etapa de las Naciones Unidas desde su creación hasta los días de hoy.
¡Este es mi primer texto de 2020! Desear un feliz cumpleaños al Embajador Pérez de Cuéllar, expresando mi admiración por su contribución hacia un mundo mejor me animó a volver a escribir para este blog. Que los buenos ejemplos de la Historia sean nuestros guías, y que logremos ser testigos, en la década que comienza, de muchos cambios positivos hacia la realidad que anhelamos. ¡Felices años 20 a todos nosotros!
Boa escolha para iniciar seu blog em 2020!