¿Ya te diste cuenta que vivimos en un mundo ¨ya hecho¨, donde todo lo que nos corresponde hacer es asociar las palabras a sus conceptos y listo? De dónde vinieron las palabras que usamos hoy para nombrar a este o aquel objeto es algo que no se nos ocurre, hasta que el arte o la literatura nos hagan pensar en ello.
Vivir en Italia, sin embargo, me hace pensar en ese asunto constantemente, ya que mucho de la civilización occidental tuvo origen aquí. Durante un paseo a Toscana, por ejemplo, visitamos a una de las principales zonas vinícolas del mundo: Chianti (Se pronuncia ¨Kianti¨, en Español).
Es una zona que está ubicada entre las ciudades de Florencia y Siena. Según la leyenda, en la época Medieval, la República de Florencia y Siena disputaban constantemente el dominio de esa lindísima región. En determinado momento, decidieron buscar una manera de resolver el impase y resolvieron lo siguiente: al amanecer del día establecido, un caballero saldría de Siena hacia Florencia y vice-versa. El punto donde se encontrasen sería la nueva frontera. La hora de salida sería ¡¨cuando el gallo chianti¨!
Cada lado eligió un gallo. El de Siena era blanco y el de Florencia, negro. Los florentinos, sin embargo, muy astutos, dejaron su gallo encerrado y en ayunas por días; el gallo estaba desesperado y cuando lo soltaron en la noche del desafío, el pobre gallo se puso a cantar como loco, mucho antes del amanecer. No le quedó otra al caballero que salir rumbo a Siena, al final, estaban cumpliendo con el canto del gallo…
Debido a esa ¨ayudita¨, el caballero tuvo tiempo de completar un largo trayecto por la zona, hasta que se encontró con el otro caballero ya casi en Siena. Así, prácticamente toda la zona de Chianti pasó a pertenecer a Florencia ¡y el gallo negro se ha convertido en el símbolo de los vinos clássicos de Chianti hasta los días de hoy!
Otro símbolo de los vinos de Chianti, en realidad, ¡es un fiasco! ¿Sabes qué es un fiasco? Es una botella verde envuelta en paja, generalmente asociada a vinos muy baratos y de mala calidad. Esa es la parte interesante de la historia: ese tipo de botella es utilizado en la zona de Florencia desde antes del Renacimiento (1500).
Los grandes artistas de la época, como Botticelli y Leonardo Da Vinci, llegaron a pintar cuadros con la famosa botella. La función de la paja era proteger la botella durante el transporte y ayudar a mantener la temperatura del vino por más tiempo, evitando que se transformase en vinagre muy rápidamente, especialmente en verano, cuando la temperatura en la zona de Florencia sube fácilmente a 40 grados - ¡o más!
Lo que verdaderamente molesta a los italianos (¡con toda la razón!) es que, en realidad, el chianti es uno de los mejores vinos del mundo; la producción vinícola en la zona va más allá del Imperio Romano, cuando los etruscos todavía eran la civilización local. Desde 1800d.C., la producción es reglamentada por normas rígidas que garantizan la denominación de origen y se ha creado un sello para asegurar la calidad, pero todo eso no fue suficiente para que las botellas vacías fueran rellenadas con vino de mala calidad y dieran origen al término que, hoy, siquiera asociamos al vino. Según el diccionario de la Real Academia Española, fiasco es ¨fracaso, decepción¨. Sin embargo, reconoce el origen italiano del término: ¨propiamente botella¨.
¡Salud! – ¡al verdadero fiasco toscano!
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